martes, 12 de mayo de 2015

Hongos para crear biofertilizante


Con una producción anual de aproximadamente 800 kilogramos de inoculantes microrrízicos, el Laboratorio de Ecología de Suelos del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas es el único en el país que ha empleado la asociación entre las plantas y ciertos tipos de hongos.

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Se ha comprobado que el producto mejora la productividad en el campo (cortesía IVIC)
EL UNIVERSAL
lunes 2 de junio de 2014  11:48 AM
Con una producción anual de aproximadamente 800 kilogramos de inoculantes micorrízicos, el Laboratorio de Ecología de Suelos del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) es el único en el país que ha empleado la asociación entre las plantas y ciertos hongos (denominados micorriza) como fertilizante biológico para ser utilizado en la agricultura.

La micorriza ocurre cuando las esporas del hongo micorrízico arbuscular germinan produciendo filamentos (hifas) que entran en contacto con la superficie de la raíz y la penetran. Una vez en el interior de la planta, se generan estructuras del hongo dentro de las células de dicha planta, fundamentalmente vesículas (órganos de reserva del hongo) y arbúsculos (lugares donde se produce el intercambio). En este instante, la planta le transfiere al hongo los carbohidratos procedentes de la fotosíntesis que este requiere para su desarrollo y el hongo le proporciona a la planta nutrientes esenciales, como fósforo y nitrógeno.

Sustituir el empleo de fertilizantes químicos en el cultivo de la tierra por sustitutos orgánicos libres de tóxicos, ha sido una de las estrategias adoptadas en diversos países del mundo para hacer de la agricultura una práctica sostenible. De allí que las micorrizas constituyan una excelente herramienta ecológica para mejorar la productividad de este sector de la economía y, por consiguiente, garantizar la seguridad alimentaria.

Desde hace varios años, el IVIC ha estudiado los efectos benéficos de las micorrizas arbusculares, logrando hasta la fecha la producción de inoculantes de siete especies de hongos micorrízicos arbusculares gracias al financiamiento del Programa BID-Fonacit II.

"La inoculación de estos hongos en las plantas ha reducido a la mitad la dosis de fertilización química requerida para alcanzar los niveles de producción usuales del cultivo de yuca en condiciones de campo", aseguró la investigadora del Laboratorio de Ecología de Suelos del IVIC, Laurie Fajardo.

Retos

En la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela (UCV) existe otro grupo de trabajo dedicado a estudiar las micorrizas, específicamente los aspectos relacionados con la ecofisiología de esta simbiosis. Sin embargo, el Ivic es pionero en Venezuela en la producción de inoculantes, preció Fajardo.

Por su parte, la profesional asociada a la investigación del Laboratorio de Ecología de Suelos del Ivic, Milagros Lovera, informó que gracias al apoyo recibido por las autoridades del instituto fue posible crear una unidad especializada en el desarrollo de inoculantes micorrízicos.

"Es un reconocimiento al esfuerzo que a lo largo de todos estos años ha hecho nuestro laboratorio para generar inoculantes que puedan ser usados como biofertilizantes. La creación de esta unidad de servicio permitirá ampliar la colección de cepas autóctonas de hongos micorrízicos a partir de las cuales se producen los inoculantes, así como transferir la tecnología desarrollada para su producción a instituciones agrícolas interesadas en producirlos a una mayor escala" afirmó Lovera.

Adicionalmente, informó que en la actualidad el Ivic cuenta con un herbario, inscrito en el Registro Nacional de Colecciones Biológicas del Ministerio del Poder Popular para el Ambiente, conformado por 2.400 láminas de referencia con información acerca de las distintas especies de hongos micorrízicos arbusculares halladas en diversas regiones del país.

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