EN EL NUEVO AÑO 2015, FELICIDADES Y MUCHA PROSPERIDAD, LES DESEAMOS EN LA FUNDACION BIO-VIDA.
MENSAJE DE FIN DE AÑO.
Este final del año 2014, es más que un hecho festivo, son variadas los hechos
a analizar, culmina el año del arranque institucional, de cosas que se dicen fácil
pero implican cambios telúricos en el diario hacer del hombre moderno, de una
propuesta que se reduce a racionalizar recursos que están en nuestras
viviendas, plantearnos una nueva revolución en la agricultura,
necesaria, manejable y sin agroquímicos, cercana; en eso andaremos, consientes,
entendidos de nuestro tiempo; si el capitalismo entrara en crisis, no será por
la alternativa económica que se le plantee desde unas raquíticas economías del
tercer mundo, dependientes hasta para amarrarle los zapatos a sus ciudadanos, en
todo lo que consumen, prepotencia cíclica cambiando de continente y que lleva a
la ruina, al atraso, seguro que con los complejos de los lunáticos zoroastristas
no salimos adelante, seis milenios después hay la certeza de las
equivocaciones: la tierra no es el centro del universo, tampoco ningún país o civilización
actual, no existen por tanto desperdicios en este año, celebramos otra vez la caída del muro
de Berlín y sobra el cabeza hueca que le añore, en el 2015 las naciones que ahorraron la pasaran mal y los que no, las palabras sobran, los
sauditas se proponen quebrar a la competencia, pero las nuevas tecnologías en
manos del interés nacional que pretende engullir al resto del orbe, por muy
perjudiciales que resulten a los ecologistas e ingenuos gobernantes, estarán ahí para regular hasta el
final de los tiempos, la era del petróleo.
El suscrito, en su primera y exclusiva persona, le parece que con toda la
dureza que es presumible prever para los tiempos que vendrán y ante la
inviabilidad de los sistemas de producción planetarios y de la capacidad de sus
ecosistemas, se contextualiza un escenario favorable para que salgamos de la
modernidad prestada a punta de vender petrodólares o materias primas, deslastrarnos
de la industrialización contaminante, sustituirla seriamente por otra viable y
sustentable, así suene repetitivo a lugar común, son los dolores de parto de
una genuinamente mejor sociedad, sin hombres nuevos, porque no tenemos que
hacer negación de los que eventualmente servirán para mejorar las cosas, gente
objetivamente preparada que la hay, evitemos la diáspora que ese si que es un talón
de Aquiles para cualquier país, cuestionemos los eternos ensayos y errores, que
algunos están dispuestos a transitar con la suerte de los demás, que es a no
dudarlo, es el producto de la mas detestable prepotencia, rayana en la estupidez,
antimaterialistas históricos, por tanto antihistoricos.
Desde la izquierda podemos crear alternativas pero para el siglo XXI, esta
bueno del trasnocho decimonónico, de añoranzas pastoriles o alianzas imposibles
para sostener los privilegias de nuevos y miméticos autócratas, plutócratas y oligarcas,
que surgen como hongos en todas las épocas y en efímeras experiencias, siempre son
traumáticas, así se rotulen de izquierdo o derecha.
Lenin alertaba sobre los grupos de interés en las sociedades, los peores,
son los que en términos de su degradación ética y moral, resultan imposibles burócratas,
porque no puedes confiar en quienes predican el cambio y dependen para vivir de
sus enemigos históricos.
Asumamos entonces la actitud que se requiere en el alba que anuncia las
buenas nuevas, de los valientes con cojones y ovarios para afrontar lo que haya
que cambiar o mejorar, enganchémonos al mundo y su economía, que la autarquía es
la perfecta coartada de los dictadores y ladrones, asociémonos los coetáneos para
el logro y la prosperidad, acrecentando nuestros derechos, preparémonos junto a
la clase obrera del mundo, en lo económico y tecnológico, un escenario donde
estaremos todos, incluidos los que no piensen como nosotros los radicales,
viviendo en una democracia que verdaderamente represente el interés de la clase
obrera.
MV. Asdrubal Gonzalez Hernandez.
Barquisimeto 29/12/2014