lunes, 1 de diciembre de 2014

El biocarbón, un remedio natural.

Por Rachel Kastner

El biocarbón, un remedio natural usado por las antiguas poblaciones del Amazonas, ha sido redescubierto por científicos que buscan combatir el impacto del cambio climático.
Si bien el biocarbón ha existido desde tiempos remotos, pocas personas saben qué o conocen sus cualidades para alimentar la composta, aumentar la fertilidad del suelo, capturar carbono y aumentar la habilidad de retención de agua del suelo.
En el siglo XX, los científicos encontraron que los suelos más fértiles del mundo se encontraban en la Cuenca del Amazonas. Se sorprendieron al descubrir que este suelo, de increíble riqueza, conocido como ¨Terra Preta” o Tierra Negra, fue creado por las antiguas poblaciones del Amazonas, usando técnicas que permitían al suelo mantener la fertilidad a largo plazo por cientos de años.
Los investigadores encontraron que el secreto de la fertilidad de esta tierra negra está dado por la diversidad de la vida microbiana y el material orgánico que pudieron incorporar en su suelo. Las comunidades indígenas fueron pioneras en estas técnicas hace más de 2000 años, quemando los residuos vegetales, estiércol, huesos y otros desechos orgánicos en un medio ambiente con bajo oxígeno, creando una forma única de carbón. Este carbón, que hoy en día conocemos como biocarbón, fue devuelto al suelo, mejorando la biodiversidad del mismo y produciendo así la legendaria fertilidad de la “Terra Preta” encontrada en la cuenca Amazónica.
En la actualidad, el biocarbón ha ganado popularidad en la medida en que los científicos han descubierto que además de mejorar la calidad del suelo, también posee una increíble capacidad de capturar carbono. La estructura física del biocarbón, creada a través de la quema de materia orgánica en ausencia de oxígeno (un proceso conocido como pirolisis), la convierte en un suplemento muy deseable. El biocarbón, por ejemplo, posee una estructura muy porosa con pequeñas cavidades a lo largo de su superficie. La superficie adicional sirve como un huésped excelente de bacterias y hongos benéficos. Estos microorganismos procesan la materia orgánica creando nutrientes para las plantas y ayudando a regenerar el suelo constantemente, creando así una fertilidad a largo plazo. Usar biocarbón y otros métodos de cultivo orgánico regenerativo crea suelos que producen sus propios nutrientes y permite a los agricultores cultivar alimentos mucho más ricos en nutrientes invirtiendo menos, evitando así fertilizantes petroquímicos sumamente dañinos que dominan la agricultura industrial actual. Otro beneficio del biocarbón en el contexto de la inestabilidad climática actual es su habilidad de crear suelos con capacidad para absorber el agua. El uso apropiado del biocarbón en la agricultura ha probado aumentar el rendimiento, aumentar la capacidad de retención de agua del suelo, disminuir las enfermedades de las plantas y restaurar la vida de suelos devastados.
Los métodos utilizados para crear el biocarbón no emiten CO2 adicional a la atmósfera, dado que el proceso se hace al calentar lentamente biomasa en condiciones de poco oxígeno, como un horno, hasta que todo el carbón es quemado y luego incorporado al suelo. Cuando este biocarbón se deposita en el suelo puede retenerlo bajo el mismo durante cientos o inclusive miles de años. Las tierras de labranza han perdido en promedio un 50 % de su contenido de carbón debido al cultivo intensivo y otras actividades humanas. En lugar de liberar este carbón en la atmósfera con métodos convencionales de agricultura, el carbón en la forma de biocarbón puede ser devuelto al suelo, otorgándole beneficios al mismo y capturando el carbón.
Con la ayuda de un experto local en biocarbón, Rob Lerner, y otros expertos en los Estados Unidos, Vía Orgánica está llevando a cabo una serie de evaluaciones utilizando el biocarbón en nuestro Rancho Ecológico, para explorar sus usos potenciales a nivel local. Estamos usando el biocarbón en nuestra producción de composta, áreas de cultivo, con ganado y en baños secos. Vía Orgánica también trabaja en la fabricación de un horno que permita crear biocarbón y capturar carbón a pequeña escala. Otra organización local, CATIS, está realizando experimentos para ver cómo el biocarbón puede ser utilizado para filtrar flúor y arsénico del agua que bebemos.

Rachel Kastner Coordinadora de Proyecto, Vía Orgánica

Publicado por Bio-Vida fundaciòn


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